jeudi 19 avril 2007
Las mujeres de mi generacion
Boliviennes, Colombiennes, mères, fillettes, adolescentes, las mujeres de mi generacion.
Lhasa, la celestina
Un poème.
Un poème qui vint clôre un beau discours, un jour, sur "Les femmes en situation de guerre", à San José du Costa Rica. Dans cette sorte de Suisse latino, certaines références crûes sonnent toujours un peu étranges, un peu comme les minutieux "Rapports sur la torture dans le monde", qui résonnent sec dans les salons tout feutre et tout marbre, sous les lambris du Palais des Nations de Genève.
C'est en espagnol. Zavez qu'à vous mettre aux langues étrangères une bonne fois pour toutes, bordel de merde.
Las mujeres de mi generación - Luis Sepúlveda, 1999
Porque las mujeres de mi generación nos marcaron con el fuego indeleble de sus uñas la verdad universal de sus derechos.
Conocieron la cárcel y los golpes.
Habitaron en mil patrias y en ninguna.
Lloraron a sus muertos y a los míos como suyos.
Dieron calor al frío y al cansancio deseos, al agua sabor y al fuego lo orientaron por un rumbo cierto.
Las mujeres de mi generación parieron hijos eternos
Nos enseñaron que la vida no se ofrece a sorbos compañeros, sino de golpe y hasta el fondo de las consecuencias.
Fueron estudiantes, mineras, sindicalistas, obreras artesanas,
actrices, guerrilleras, hasta madres y parejas en los ratos libres de la Resistencia.
Porque las mujeres de mi generación sólo respetaron los límites que superaban todas las fronteras.
Las declararon viudas en Córdoba y en Tatlelolco.
Las vistieron de negro en Puerto Montt y Sao Paulo.
Y en Santiago, Buenos Aires o Montevideo fueron las únicas estrellas de la larga noche clandestina.
Sus canas no son canas sino una forma de ser para el qué hacer que les espera.
Las arrugas que asoman en sus rostros dicen he reído y he llorado y volvería a hacerlo. Se mueven algo más lentas, cansadas de esperarnos en las metas. Escriben cartas que incendian las memorias.
Recuerdan aromas proscritos y los cantan.
Inventan cada día las palabras y con ellas nos empujan.
Nombran las cosas y nos amueblan el mundo
Escriben verdades en la arena y las ofrendan al mar.
Ellas dicen pan, trabajo, justicia, libertad .
Las mujeres de mi generación son como las barricadas:
Protegen y animan, dan confianza y suavizan el filo de la ira.
Las mujeres de mi generación son como un puño cerrado que resguarda con violencia la ternura del mundo.
Las mujeres de mi generación no gritan, porque ellas derrotaron al silencio.
Si algo nos marca, son ellas. La identidad del siglo son ellas.
Ellas: la fe devuelta, el valor oculto en un panfleto, el beso clandestino, el retorno a todos los derechos.
Las manos que sostienen los retratos de mis muertos.
Los elementos simples de los días que aterran al tirano.
La compleja arquitectura de los sueños de tus nietos.
Lo son todo y todo lo sostienen Porque todo viene con sus pasos y nos llega y nos sorprende.
No hay soledad donde ellas miren.
Ni olvido mientras ellas canten.
Intelectuales del instinto, instinto de la razón.
Prueba de fuerza para el fuerte y amorosa vitamina del débil.
Así son ellas, las únicas, irrepetibles, imprescindibles sufridas,golpeadas, negadas pero invictas Mujeres de mi generación.
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